Hubo un tiempo en el que el edificio del telégrafo era el punto central de las capitales de todo el mundo. La arquitectura era impresionante, un reflejo de la importancia de la por aquel entonces nueva y sensacional tecnología de comunicaciones. El edificio del telégrafo era un lugar de encuentro natural en el que las llamadas telefónicas y los telegramas eran enviados manualmente por un personal de servicio especial. El antiguo edificio de telégrafos de Tallin, construido en 1878, ha sido ahora cuidadosamente restaurado y transformado en este exclusivo y lujoso hotel urbano histórico de 86 habitaciones. Se han conservado y desarrollado las características más importantes de la era del telégrafo y se han introducido los servicios de un hotel de lujo del siglo XXI. Además de una zona de vestíbulo con servicio de salida y de recepción 24 horas, caja fuerte, servicio de cambio de divisas, guardarropa y ascensor a las plantas superiores, entre las instalaciones a disposición de los huéspedes de este establecimiento con aire acondicionado se incluyen bar, restaurante, instalaciones para conferencias y conexión a Internet WiFi y por cable, además de contar con servicio de habitaciones y de lavandería y con una sala para guardar bicicletas. Además, el establecimiento cuenta con un aparcamiento y un garaje para los que lleguen en coche.